La Fed llega a su reunión de diciembre con un ambiente de incertidumbre, pero con una fuerte expectativa de que anuncie su tercera reducción de tasas de interés del año. Se estima un recorte de 25 puntos básicos, lo que situaría la tasa de referencia en un rango de entre 3.50 % y 3.75 %.
Esta postura se basa en señales de debilitamiento del mercado laboral con despidos recientes en el sector privado y un consumo que se estancó en septiembre, mostrando presión en los hogares antes incluso del cierre parcial del gobierno federal.
Aunque la inflación interanual todavía ronda el 2.8 %, un poco por encima del objetivo habitual de la Fed, muchos analistas creen que la combinación de datos sugiere que el ciclo de subidas ha terminado. además de la reducción de tasas, hay creciente interés por parte de los mercados en que la Fed anuncie medidas de compra de activos (conocidas como “asset purchases”). Varios analistas opinan que esa señal de liquidez, y no solo tasas más bajas, podría impulsar aún más los mercados de riesgo.
Cómo podría repuntar Wall Street
La expectativa de un recorte de tasas ya ha generado buen ánimo en los mercados: en los últimos días, los principales índices estadounidenses cerraron la semana con ganancias, impulsados especialmente por las expectativas sobre la decisión de la Fed.
Si la Fed baja tasas y combina eso con compras de activos, podría desatar lo que algunos analistas llaman un “rally navideño”, que suele favorecer a los activos de riesgo: acciones, acciones de empresas pequeñas, sectores cíclicos, etc.
Además, en ese contexto, la atención no solo estaría en las grandes tecnológicas, sino también en compañías menos “glamurosas”, como empresas de consumo, industriales y financieras, que podrían beneficiarse de menores costos de endeudamiento y de una economía que, aun moderada, reciba estímulo vía gasto público o inversión. Algunos inversores anticipan una rotación de inversión hacia estas valoraciones más baratas si los rendimientos de bonos suben menos rápido que las expectativas de crecimiento.
Rol del gasto del gobierno y liquidez
Uno de los factores que podría potenciar ese repunte bursátil es la política fiscal de Estados Unidos: si el gobierno incrementa su gasto, por ejemplo, en infraestructura, programas sociales o inversiones públicas, junto con una Fed más blanda, el combo podría generar un doble impulso monetario y fiscal. En escenarios así, los activos de riesgo suelen ser los más beneficiados, pues la liquidez extra y la demanda de bienes y servicios tienden a impulsar las utilidades corporativas.
De hecho, algunos analistas señalan que los inversionistas ya están “acomodando” sus carteras ante la posibilidad de ese tipo de “dominio fiscal”, donde el gasto del gobierno y la compra de activos por parte de la Fed juegan un papel central en el estímulo económico.
Riesgos y advertencias a considerar
Pero no todo es color de rosa. Aunque el recorte de tasas parece probable, dentro de la Fed hay división: algunos miembros podrían preferir mantener la tasa sin cambios, ante el riesgo de que una política demasiado acomodaticia reavive la inflación.
Además, la sostenibilidad de un repunte bursátil dependerá de que el crecimiento económico realmente se estabilice, no solo de estímulos temporales, y de que el gasto público y las decisiones de la Fed no disparen desequilibrios futuros.
Por último, la expectativa de liquidez puede generar volatilidad: los mercados podrían reaccionar de forma exagerada a cada reporte económico o señales contradictorias sobre cuándo terminará el ciclo de recortes.