Una nueva temporada de huracanes llega a nuestro país. Y en respuesta al paso del huracán Erick por las costas de Oaxaca y Guerrero, la Secretaría de Marina (Semar) ha activado centros de acopio en la Ciudad de México y enviado los primeros cargamentos de víveres y agua potable a las zonas más afectadas. Todos estos esfuerzos forman parte del Plan Marina en su fase de Auxilio, que ya desplazó mil despensas y mil litros de agua vía terrestre hacia Juchitán de Zaragoza, Oaxaca y otras zonas afectadas.
Primeros envíos: ¿qué y a dónde van?
La ayuda inicial enviada desde hoy partiendo de la CDMX incluye mil despensas y mil litros de agua potable, específicamente destinados a Juchitán de Zaragoza. Desde ahí, personal naval se encargará de su distribución en puntos vulnerables de Oaxaca, como Salina Cruz y Tehuantepec
Impacto del huracán.
Erick tocó tierra como huracán categoría 3 la mañana del 19 de junio en Santiago Pinotepa Nacional, Oaxaca, con vientos de hasta 205 km/h y rachas de 250 km/h. Posteriormente se degradó a tormenta tropical. Gracias a la activación del Plan DN-III y Marina, y a las advertencias tempranas, las autoridades lograron en gran medida prevenir una tragedia mayor.
¿Qué ha cambiado desde Otis?
Los aprendizajes de Otis fueron clave en esta nueva situación. El gobierno federal, encabezado ahora por la presidenta Claudia Sheinbaum, activó desde el primer momento el Plan Marina y el DN-III, con más de 30 mil efectivos desplegados, y alertas emitidas incluso antes de que el huracán tocara tierra. Se cerraron escuelas, se habilitaron refugios y se evacuaron zonas de riesgo, evitando una tragedia mayor.
En contraste, durante Otis, la falta de información oportuna dejó a la población sin preparación y expuesta, generando crisis sanitaria, saqueos y un colapso total en servicios básicos.
Aunque Erick no devastó grandes centros urbanos, su paso por comunidades costeras y rurales dejó a miles en situación vulnerable. Las zonas afectadas dependen de actividades como la pesca, agricultura y comercio local, sectores frágiles que tardan meses en reactivarse tras un fenómeno natural de esta magnitud.