El conflicto Irán y Estados Unidos en aumento. El riesgo de una escalada en el conflicto crece y tensa el estrecho de Ormuz.
El 21 de junio de 2025 el presidente Donald Trump pone en marcha la operación “Martillo de Medianoche” en donde su principal objetivo serían las instalaciones nucleares iraníes de Natanz, Isfahán y Fordow. Ante este ataque, Estados Unidos se vería involucrado en el conflicto Irán-Israel de manera directa.
Ante la tensión de una escalada en el conflicto, varios funcionarios pidieron un alto a los ataques e hicieron un llamado a la diplomacia.
«Hago un llamamiento a todas las partes para que se calmen los ánimos, se emprenda una desescalada y se vuelva a la mesa de negociaciones.- Macron
«España reitera su llamada al cese inmediato de la violencia y al retorno a las negociaciones diplomáticas» –Jose manuel albares,Ministro de asuntos exteriores
«La agresión absolutamente no provocada contra Irán no tiene fundamento ni justificación alguna»-Putin a Araqchi
Sin embargo, la respuesta iraní no tardó en llegar, involucró directamente al Estado de Qatar y a las bases militares estadounidenses situadas en su territorio. En una clara represalia por los ataques lanzados por Washington, Irán disparó misiles hacia la base aérea de Al Udeid, la más grande de EE. UU. en la región. Tras recibir una alerta de amenaza inminente, la base fue evacuada completamente como medida preventiva.
En reacción al ataque, Qatar cerró su espacio aéreo, lo que permitió interceptar los proyectiles iraníes antes de que alcanzaran su objetivo. Las autoridades locales confirmaron que no se registraron víctimas ni daños significativos.
El gobierno catarí condenó la acción. Un portavoz oficial declaró que se trató de “Una flagrante violación de la soberanía del estado de Qatar, su espacio aéreo, el derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas”
A pesar de que el presidente Donald Trump ha señalado su intención de poner fin a los ataques militares y ha afirmado que no busca derrocar al gobierno de Teherán, los hechos recientes parecen ponerlo en duda. Con el bombardeo a las instalaciones nucleares iraníes y la amenaza de Irán de cerrar el Estrecho de Ormuz, la respuesta oficial de Estados Unidos permanece en suspenso, mientras crecen las tensiones en el ámbito diplomático y militar.
El estrecho de Ormuz como arma en el conflicto
El Estrecho de Ormuz desempeña un papel estratégico crucial en el conflicto entre Irán y Estados Unidos. Por este estrecho marítimo circula aproximadamente una quinta parte del petróleo consumido globalmente, además de importantes volúmenes de gas natural licuado.
Este canal angosto, que en su punto más estrecho separa a Irán de Omán por apenas 33 kilómetros, conecta a los principales productores de crudo del Golfo Pérsico con mercados clave en Asia-Pacífico, Europa y América del Norte. Su cierre tendría efectos inmediatos y profundos: los precios del petróleo y el gas se dispararían, provocando una alta volatilidad en los mercados internacionales y un impacto económico global.
El Parlamento iraní ya aprobó una medida para cerrar el paso como respuesta a la ofensiva estadounidense, aunque la decisión final recae en el Consejo Supremo de Seguridad Nacional. No obstante, la posibilidad de que Irán ejecute esta acción sigue siendo incierta, en parte por el riesgo de dañar su relación estratégica con China, su principal comprador de petróleo y actor clave en el equilibrio económico de la región.
Hoy, el Estrecho de Ormuz está en el centro de atención de los mercados financieros y energéticos, convirtiéndose en uno de los focos geopolíticos más delicados del mundo.