Terremoto en Kamchatka desata alerta de tsunami global y sacude la confianza de los mercados

Terremoto de 8.8 en Rusia sacude el Pacífico y activa alerta de tsunami en 10 países. Médicos operan en plena crisis y mercados tiemblan.
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El pasado 30 de julio de 2025, un potente terremoto de magnitud 8.8 estremeció las aguas frente a la península de Kamchatka, en el Lejano Oriente ruso. El movimiento, registrado alrededor de las 3:45 a. m. hora local, se originó a una profundidad de aproximadamente 19 kilómetros en una de las zonas sísmicas más activas del planeta.

A los pocos minutos del sismo, se emitieron alertas de tsunami para gran parte del océano Pacífico, incluyendo regiones costeras de Japón, Hawái, Filipinas, Chile, Ecuador, Colombia y varias islas del Pacífico Sur. En Rusia, las olas alcanzaron hasta 5 metros en zonas como Severo‑Kurilsk, donde más de 2,000 personas fueron evacuadas. Aunque el impacto fue menor al anticipado en otros países, el episodio generó una ola de evacuaciones preventivas en ciudades costeras y puertos internacionales.

¿Por qué un terremoto en Rusia puede causar tsunamis a miles de kilómetros?

Los tsunamis no son olas normales; son provocados por el desplazamiento repentino de grandes volúmenes de agua. Cuando un sismo de gran magnitud ocurre cerca del lecho marino, especialmente en una zona de subducción como la que existe frente a Kamchatka (donde una placa tectónica se desliza bajo otra), se puede generar una enorme energía que desplaza verticalmente el fondo del océano. Ese movimiento se transmite a través del agua en forma de ondas de larga duración y alta velocidad.

Esas ondas pueden recorrer miles de kilómetros a través del océano sin perder mucha energía, por lo que un sismo en Rusia puede hacer que el nivel del mar cambie drásticamente horas después en Hawái, Japón o incluso en las costas americanas. Por eso, la alerta se extendió a una decena de países, aunque el oleaje terminó siendo de menor intensidad.

El episodio en cifras y hechos

En Hawái, se registraron olas de hasta 1.7 metros, lo que obligó al desalojo de playas y la suspensión temporal de operaciones en algunos puertos. En Japón, el sistema de alerta nacional activó evacuaciones en la costa noreste del país, y en América del Sur, países como Chile y Ecuador mantuvieron en vigilancia sus zonas costeras durante varias horas. No se reportaron víctimas mortales, aunque sí se documentaron daños materiales menores en infraestructuras locales y embarcaciones en Rusia.

Uno de los momentos más comentados en redes sociales fue un video donde un grupo de médicos en Rusia continuó una cirugía durante el sismo, demostrando sangre fría y compromiso médico incluso en circunstancias extremas. El clip se volvió viral y fue replicado por medios internacionales.

Breve impacto financiero

Aunque el impacto humanitario fue limitado gracias a la rapidez de los sistemas de alerta, el terremoto sí tuvo efectos colaterales en los mercados. El mismo miércoles 30 de julio, algunos indicadores bursátiles abrieron con leves retrocesos, reflejando la combinación del temor inicial por el sismo y otras tensiones económicas globales. También se reportó un fortalecimiento del dólar frente al yen, en parte por el movimiento de inversionistas hacia activos considerados más seguros ante la incertidumbre.

En general, los analistas coincidieron en que el daño económico fue contenido, pero el fenómeno volvió a poner sobre la mesa la vulnerabilidad de ciertas industrias y regiones ante desastres naturales repentinos.

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