Estados Unidos contra la Unión Europea: La lucha Arancelaria continúa

La UE enfrenta tensiones arancelarias con EE. UU. y China, afectando comercio, inflación y crecimiento.

La Unión Europea se encuentra en el centro de una compleja red de medidas arancelarias que redefinen el comercio internacional. Entre ajustes internos, represalias comerciales y nuevas estrategias frente a grandes economías como Estados Unidos y China, el panorama arancelario de la UE este año está marcando un antes y un después para los mercados globales. A esto se suma una fecha límite clave: el 1 de agosto, cuando entrarán en vigor los nuevos impuestos recíprocos entre la UE y EE. UU., lo que podría desencadenar mayores fricciones comerciales y repercusiones económicas importantes.


Guerra Comercial: acero, aluminio y consecuencias

La UE aplica un Arancel Común Externo (CET) a productos provenientes de países que no cuentan con acuerdos preferenciales. En promedio, las tasas para productos industriales se sitúan en el 4.2 %, mientras que los productos agrícolas alcanzan hasta un 14.6 %. Sin embargo, algunos sectores sensibles, como el automotriz y el textil, soportan tasas que pueden superar el 25 %.

Con el objetivo de garantizar el suministro interno, la UE implementó desde enero de 2025 una suspensión temporal de aranceles sobre ciertos productos agrícolas como aceites vegetales, frutas y procesados industriales. Estas medidas buscan aliviar la presión inflacionaria y mantener competitiva la industria alimentaria europea.

En marzo de 2025, Estados Unidos reactivó aranceles del 25 % sobre acero y aluminio provenientes de la UE. Como respuesta, la Comisión Europea implementó represalias arancelarias de entre el 10 % y el 50 % sobre importaciones estadounidenses, que incluyen alimentos y bebidas hasta motocicletas y cosméticos.

La tensión escaló a finales de julio, cuando EE. UU. impuso un arancel general del 15 % a productos europeos, incluyendo autos, maquinaria y fármacos. Según Forbes México, el acuerdo fue anunciado como una solución comercial recíproca, pero varios sectores dentro de la UE consideran que se trata de una medida unilateral que presiona políticamente a Bruselas. A cambio, la UE aceptó acuerdos para aumentar sus compras de energía y armamento estadounidense. Varios líderes europeos han criticado el pacto por considerarlo desequilibrado.

 

Vehículos eléctricos chinos: medidas anti-subsidios

A la par, la UE tomó una postura firme frente a las importaciones de vehículos eléctricos chinos. Desde octubre de 2024, aplica aranceles adicionales de hasta 35.3 %, sumados al 10 % general. La decisión responde a la detección de subsidios estatales que distorsionan el mercado europeo.

Desde 2023, la UE implementa el Mecanismo de Ajuste Fronterizo de Carbono (CBAM), que exige informes sobre emisiones de productos importados como acero, aluminio o cemento. Aunque por ahora está en fase de transición, para 2026 se prevé una carga impositiva completa mediante certificados de carbono.

El Banco Central Europeo advirtió que la escalada arancelaria podría aumentar la inflación hasta 0.5 puntos porcentuales y reducir el PIB de la eurozona en -0.3 %, de continuar la guerra comercial con EE. UU. y China. La UE enfrenta el reto de proteger su industria sin aislarse comercialmente, equilibrando defensa económica con apertura regulada. 

 

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