En México hay diferentes tipos de testamentos que según el código civil federal y legislaciones locales son legales. Cada uno se adapta a necesidades diferentes, conocerlos puede ayudarte a elegir el adecuado según tu situación y así asegurar el manejo correcto de tus bienes para después de la muerte.
Testamento público abierto
En este tipo de testamento el testador acude a un notario público a declarar su última voluntad. Se realiza su redacción en la notaría y se inscribe en el registro nacional de avisos de testamento. Lo que facilita su localización tras el fallecimiento.
Hacerlo de esta forma tiene sus ventajas, obtienes seguridad jurídica y reduces el riesgo de impugnación o conflictos familiares. Es la opción correcta para aquellos que busquen certeza y claridad legal sobre la distribución de sus bienes.
Testamento público cerrado
Al contrario del anterior, en el testamento público privado el testamento se realiza por el testador de manera personal. Después de finalizarlo, se hace la entrega en un sobre cerrado y sellado al notario indicando que ahí se encuentra su última voluntad.
Después de su obtención en notario está obligado a levantar un acta de recepción y conservar el documento hasta el fallecimiento de su cliente.
Esto permite privacidad en las disposiciones del testador mientras viva. Lo que la hace una opción atractiva para quien busca confidencialidad absoluta. Sin embargo, hacerlo de esta forma puede elevar los riesgos de ser impugnado si no cumple con ciertos requisitos formales.
Testamento público simplificado
Este tipo de testamento se realiza luego de adquirir un inmueble destinado a vivienda. Directamente después de su compra el adquirente indica ante notario a quien se le traspasará ese inmueble luego de su fallecimiento.
Las ventajas es que es rápido y fácil de tramitar, lo que la convierte en una opción económica y atractiva para quienes poseen solo un inmueble y piensan dejarlo a un heredero específico. Sin embargo, solo aplica para el inmueble especificado no para ningún otro bien.
Testamento ológrafo
Al igual que el testamento público cerrado, el testamento ológrafo lo realiza de puño y letra el testador. Debe estar fechado y firmado, para ser válido se debe depositar en el archivo general de notarías.
Esta forma es la más sencilla de realizar un testamento, pues no requiere de ningún notario inmediato. Sin embargo, el riesgo de extravío, pérdida o impugnación son más altos.
Testamento privado
Este tipo de testamento se da en casos de emergencia, cuando el testador no puede acudir al notario personalmente y hay un riesgo de muerte inminente. Para su realización es importante tener al menos tres testigos.
Su procedimiento permite flexibilidad en situaciones urgentes, pero su validez es limitada y requiere de validación posterior de autoridad judicial, lo que puede convertirlo en un trámite complejo y tardado.
Testamentos especiales
Existen testamentos especiales que se adaptan a situaciones extraordinarias y contextos especiales. Hay que poner atención a los requisitos particulares para su validación.
- Testamento militar: Para miembros de las fuerzas armadas en campaña o prisioneros de guerra, otorgado ante dos testigos o un superior.
- Testamento marítimo: Para quienes se encuentran en viaje en buque, formalizado ante el capitán y dos testigos.
- Testamento hecho en el extranjero: Se otorga ante autoridades consulares mexicanas y puede reconocerse conforme a leyes locales del país de otorgamiento.
Recomendaciones prácticas
- La opción más segura y recomendada es el testamento público abierto, por su certeza jurídica.
- Considera actualizar tu testamento cuando cambien tus circunstancias familiares o patrimoniales.
- Aprovecha septiembre, el Mes del Testamento en México, para otorgar o revisar tu testamento con descuentos y asesoría profesional.