EE.UU. elimina la exención “de minimis”: Impacto en plataformas como SHEIN y TEMU

La decisión responde a preocupaciones de seguridad nacional, competencia justa para la industria local y la necesidad de reforzar controles ante el creciente volumen de paquetes.
ley minimis

Transformación del régimen “de minimis” y su contexto internacional

El régimen “de minimis” ha sido históricamente fundamental para el comercio internacional de bajo valor, permitiendo que millones de paquetes diarios crucen las fronteras de Estados Unidos sin pagar aranceles si su valor no supera los $800 por envío. Esta política, avalada por la Sección 321 de la Ley Arancelaria de 1930, tuvo como fin principal agilizar el despacho aduanero y, en tiempos recientes, fomentar el crecimiento exponencial del comercio electrónico global, favoreciendo plataformas transnacionales como Shein y Temu.

El principio “de minimis”, del latín “la ley no se ocupa de cosas insignificantes”, nació originalmente para evitar trámites engorrosos a los viajeros estadounidenses que retornaban con bienes de poco valor, pero con el auge de las compras online, se transformó en un motor clave del e-commerce transfronterizo.

EE.UU. oficializa el fin del régimen “de minimis”: causas y alcances

Con la entrada en vigor de una orden ejecutiva el 29 de agosto de 2025, el gobierno de Estados Unidos elimina la exención aduanera de los envíos de bajo valor. La decisión responde a preocupaciones de seguridad nacional, competencia justa para la industria local y la necesidad de reforzar controles ante el creciente volumen de paquetes, especialmente procedentes de Asia. La medida fue ratificada por la aprobación del presupuesto en el Senado estadounidense y, en caso de ser refrendada en la Cámara de Representantes, cerrará el marco legal que permitía el aprovechamiento extendido del denominado “vacío fiscal” para importaciones de menos de $800, fundamentalmente utilizado por plataformas como Shein y Temu.

Donald Trump, presidente de Estados Unidos, explicó: “La pérdida recaudatoria y la desigualdad competitiva hacen necesario un replanteamiento de la exención ‘de minimis’, que hoy es utilizada como ruta de evasión por operadores extranjeros”. Representantes de la industria textil, como Karen Smith, presidenta de National Council of Textile Organizations, secundaron la medida señalando que “el cierre de la exención devolverá equidad a fabricantes estadounidenses”.

Impacto social y económico: consumidores, e-commerce y operadores logísticos

Con la eliminación de la exención “de minimis”, todos los envíos, incluidos los de bajo valor provenientes de plataformas internacionales, deberán pasar por los procesos habituales de aduanas y estarán sujetos al cobro de aranceles y otros impuestos aplicables. Esto incrementa los costos logísticos y finales para consumidores y empresas, generando un escenario donde productos como ropa, electrónicos y pequeños accesorios importados pueden encarecerse notablemente en EE.UU..

Especialistas del sector, como Jennifer Lee, analista de logística global en DHL, subrayan que “la suspensión del ‘de minimis’ no solo eleva los costos directos, sino que añade complejidad administrativa y dilata los tiempos de entrega”.

De acuerdo con cifras oficiales, solo durante 2024 la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) procesó más de 4 millones de envíos “de minimis” por día, volumen que ilustra el impacto que la nueva política tendrá sobre patrones de consumo y operaciones logísticas internacionales.

Régimen minimis en México y repercusiones regionales

En México, el esquema “de minimis” ha facilitado la importación de mercancías de bajo valor sin pago de aranceles y con reducción del IVA a ciertos envíos. Sin embargo, la presión regulatoria estadounidense y la eliminación del régimen en EE.UU. obligan a replantear la política mexicana, ya que muchas empresas fronterizas mexicanas dependen de la fluidez y bajo costo de este sistema.

“México deberá revisar su estrategia para no quedar en desventaja competitiva y proteger la integridad de su comercio formal”, comentó José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC).

Por ahora, según información de la Secretaría de Economía mexicana, la exención “de minimis” para exportaciones nacionales hacia EE.UU. sigue vigente únicamente para productos elegibles y bajo condiciones específicas, hasta que el Departamento de Comercio estadounidense apruebe nuevas disposiciones o notifique la existencia de sistemas eficientes para el cobro de aranceles.

Escenarios a futuro y alternativas para el comercio digital

El fin del régimen “de minimis” abre una nueva etapa para las plataformas asiáticas y el e-commerce global. Las compañías tendrán que rediseñar sus cadenas logísticas, incrementar su presencia local en Estados Unidos y crear inventarios domésticos para evitar cobros adicionales y competir en igualdad de condiciones con actores estadounidenses. Al mismo tiempo, México enfrenta el dilema de fortalecer su infraestructura aduanera y normativas para adaptarse a un entorno menos flexible y más fiscalizado.

Recuadro explicativo: Claves del conflicto “de minimis”

  • Origen: Sección 321 de la Ley Arancelaria de 1930; límite actual, $800 por envío desde 2016.

  • Finalidad: Facilitar comercio minorista internacional, reducir trámites y beneficiar a consumidores y pymes.

  • Cambios: Fin del régimen para todas las importaciones a partir del 29 de agosto de 2025. Excepciones podrían mantenerse de manera temporal dependiendo de la procedencia —por ejemplo, México en ciertas clasificaciones.

  • Impacto: Productos de Shein, Temu y AliExpress, entre otras, quedarán sujetos a aranceles, lo que aumentará los precios para consumidores estadounidenses y añadirá desafíos logísticos para operadores globales.

La eliminación de la “ley minimis” marca un viraje regulatorio de relevancia para el comercio digital internacional y pone a prueba la capacidad de adaptación tanto de plataformas tecnológicas como TEMU, SHEIN o Ali Express, como de los sistemas aduaneros de México y Estados Unidos. El desafío consistirá en equilibrar la protección de intereses nacionales y la competitividad global sin afectar de manera severa a los consumidores y pequeños comerciantes que han venido aprovechando los beneficios de esta exención en la última década.