Ciudad de México, 30 de octubre de 2025. – En una votación histórica como parte de la discusión del Paquete Económico 2026, el Senado de la República ha aprobado gravar con un IEPS del 8% a los videojuegos violentos o para adultos.
Esta nueva medida impositiva entrará en vigencia a partir del 1° de enero de 2026.
¿En qué consiste el nuevo impuesto?
El impuesto se aplicará a videojuegos con clasificación de contenido violento, sexual o de lenguaje explícito, las categorías C y D (o sus equivalentes) en los sistemas de clasificación.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) ha defendido la medida como una política de salud pública y para desalentar la exposición de menores a este tipo de contenido.
El impuesto gravará tanto a videojuegos físicos como digitales y se añadirá al precio final.
En el caso de los servicios de suscripción que comprendan juegos tanto grabados como exentos, la autoridad fiscal podrá presumir que un porcentaje del precio total corresponde al IEPS, a menos que el prestador separe los precios.
Reacciones y Discurso Político La aprobación de esta reforma, propuesta por el Ejecutivo, se logró a pesar de la oposición de algunos legisladores y la comunidad gamer.
Mientras que la mayoría de la bancada defendió la propuesta como una manera de recaudación para internalizar los costos en salud y seguridad, la oposición la tildó de “terrorismo fiscal” y de una medida que no enfrenta la violencia de raíz.
- Razón del Gobierno: El IEPS pretende reducir el consumo de videojuegos violentos y recaudar dinero. La SHCP espera recaudar poco más de 180 millones de pesos en 2026.
- Críticas: Especialistas e industria advirtieron que el impuesto podría detener el mercado de videojuegos en México y encarecer títulos populares hasta en más de $2,000 pesos, además de desacreditar los estudios citados que ligan videojuegos con violencia.
- Marco del Paquete Económico 2026: Este nuevo impuesto a los videojuegos no es el único cambio fiscal aprobado. El Paquete Económico 2026 también propone ampliar el IEPS a otras mercancías, como bebidas azucaradas, tabaco y apuestas, y dar más poder de vigilancia al SAT.
Con la aprobación en el Senado, las reformas fiscales están listas para ser promulgadas y publicadas, abriendo una nueva era en la política fiscal y de consumo en México.
