¿Qué es el software Pegasus?
Pegasus es un software espía creado por la empresa israelí NSO Group, destinado a infiltrarse de manera invisible en dispositivos iOS y Android. Fue creado para luchar contra el crimen y el terrorismo. Sin embargo, se ha documentado que gobiernos lo usan para espiar a periodistas, activistas, opositores políticos y ciudadanos comunes.
Técnicamente, Pegasus puede leer mensajes, grabar el micrófono y acceder a la cámara, entre otras capacidades invasivas.
¿Por qué es polémico?
Desde 2016, Citizen Lab y Lookout revelaron que Pegasus puede romper las defensas de los smartphones. Esto sucede sin que el usuario tenga que hacer nada, en ataques llamados “zero-click”. Además, datos filtrados en 2021 mostraron más de 50,000 números objetivo en todo el mundo, y un gran porcentaje pertenecían a México.
El uso de Pegasus en México
Pionero y consumidor activo: México fue el primer país en adquirir Pegasus en 2011 para ayudar en la captura de “El Chapo”.
Bajo las administraciones de Calderón y Peña Nieto, su uso se expandió hacia el espionaje de periodistas, defensores de derechos humanos y opositores.
Controversias y filtraciones: Durante el gobierno de López Obrador, al menos 456 números de mexicanos fueron intervenidos. Esto ocurrió entre abril y mayo de 2019. Esto muestra que se siguió usando, a pesar de las promesas de regularlo.
¿Cuánto pagó México por Pegasus?
60–61 millones de dólares es la cifra oficial reconocida por funcionarios de seguridad, los gobiernos de Calderón y Peña Nieto pagaron ese monto por el software espía.
Sin embargo, en estudios más grandes se menciona que los gastos totales en contratos del software fueron de aproximadamente 300 millones de dólares. Esto ocurrió entre 2012 y 2018. Esto incluye pagos sospechosos y posibles sobornos.
En octubre de 2022, la Fiscalía indagó una compra por 457 millones de pesos realizada por la PGR durante el sexenio anterior.
Estos montos indican que un software diseñado para combatir la delincuencia se transformó en una herramienta de espionaje interno. El dinero público y las prácticas turbias en compras de tecnología de vigilancia han violado derechos civiles, confidencialidad y confianza en las instituciones mexicanas.