El gobierno de México anunció un incremento de hasta 50% en los aranceles para autos importados desde países sin tratado de libre comercio, lo que afectará principalmente a los vehículos chinos. La medida, dentro del Paquete Económico 2026, abarca más de mil 400 fracciones arancelarias que incluyen también autopartes, textiles, acero, vidrio y cosméticos, y se ampara en el “Plan México” para defender el empleo y la industria nacional.
La decisión provocó una reacción inmediata en Pekín y en el mundo empresarial. El Ministerio de Comercio de China tachó la medida de «coercitiva» y advirtió de que perjudicará el entorno empresarial y de inversión en México.
Por su parte, la Cámara de Comercio y Tecnología México-China (ChinaCham) exigió al gobierno mexicano que reconsidere el paquete, ya que podría generar inflación en bienes de consumo si los aranceles aumentan entre 35% y 50%. En el mismo sentido, la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) alertó que la medida pondría en riesgo inversiones por 60 mil millones de pesos y la apertura de 800 nuevas agencias dedicadas a autos importados de China, afectando 32 mil empleos directos y más de 200 mil consumidores. La Asociación de Electromovilidad (EMA), en tanto, advirtió que se encarecerían más de 100 modelos eléctricos y 50 híbridos enchufables, frenando la electromovilidad en Chile.
Hasta el 12 de septiembre de 2025, las principales marcas chinas con presencia en México no se han pronunciado públicamente de manera explícita sobre el arancel. MG volvió a confirmar en agosto que su plan de planta en México sigue en pie, en línea con su estrategia de localización productiva. Por su parte, BYD había informado desde 2024 que una posible planta en el país se destinaría al mercado local y negó que la decisión de inversión estuviera suspendida. JAC, a través de Giant Motors en Hidalgo, anunció a mediados de año una inversión de 3 mil millones de pesos para ampliar su planta, reduciendo al mínimo los riesgos por coyunturas arancelarias. Por contra, firmas como Chirey, Geely, Changan, Great Wall Motors, Foton o Jetour son noticia en los medios como posibles afectadas, pero sin declaraciones recientes.
La disputa por los aranceles es un choque entre la política industrial mexicana y la expansión de las armadoras chinas, que han conquistado el mercado por sus precios y por la creciente oferta de autos eléctricos.
La incertidumbre sobre el resultado regulatorio obligará a estas marcas a analizar cambios en su portafolio, modelos de financiamiento y planes de producción local para atenuar el golpe de un arancel que, de confirmarse en 50 %, transformaría por completo el mercado automotriz en México.
Toda esta incertidumbre se da antes de una próxima negociación del TMEC en 2026 con el gobierno de EEUU con el presidente Donald Trump