Un encuentro que cambia el tono
Después de años de tensiones entre Washington y Pekín, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que la disputa comercial con China llegó a su fin. El acuerdo fue resultado de una reunión privada con el mandatario Xi Jinpingen la ciudad surcoreana de Busán, la primera conversación cara a cara entre ambos en seis años.
Trump describió el diálogo como “muy positivo” y aseguró que el ambiente fue distinto al de los enfrentamientos pasados entre las dos potencias.
Acuerdos principales: menos impuestos, más intercambio
Según el presidente estadounidense, su gobierno reducirá los aranceles a las importaciones chinas del 57% al 47%, con el compromiso de que China retome la compra de soya y mantenga el suministro de minerales estratégicos usados en tecnologías limpias y productos electrónicos.
El pacto también incluye una baja en los aranceles sobre productos relacionados con el fentanilo, del 20% al 10%, como parte de un esfuerzo conjunto para controlar el comercio ilegal de esa sustancia.
Trump explicó que, aunque había considerado duplicar los impuestos a las mercancías chinas, descartó esa medida “porque ya no es necesaria”.
Un mensaje de cooperación desde Pekín
El presidente Xi Jinping destacó que tanto China como Estados Unidos deben actuar como socios, no rivales, y que las diferencias entre ambas economías deben resolverse mediante el diálogo.
Subrayó que la historia demuestra que la cooperación entre los dos países beneficia al mundo entero y expresó su disposición para mantener una relación “estable y constructiva” con Washington.
Sin hablar de Rusia, pero con mirada global
Trump comentó que el tema de las importaciones de petróleo ruso no se abordó durante la reunión, aunque confirmó que ambos gobiernos buscarán trabajar juntos en asuntos internacionales, incluida la guerra en Ucrania.
Afirmó además que China volverá a comprar grandes volúmenes de productos agrícolas estadounidenses, lo que beneficiará al sector rural de su país.
Corea del Sur también entra en escena
En el mismo viaje por Asia, Trump cerró otro trato con Corea del Sur.
El nuevo acuerdo comercial contempla una reducción de aranceles a productos surcoreanos, mientras que Seúl invertirá 350 mil millones de dólares en la economía estadounidense. De ese total, 200 mil millones serán en efectivo y el resto se destinará a proyectos conjuntos en el sector naval.
Trump celebró el resultado de su gira afirmando que los avances con China, Corea del Sur y Japón “abren una nueva etapa para la economía estadounidense”.
