Autos chinos sin atajos hacia EEUU. México sube aranceles.

México sube a 50% el arancel a autos chinos para frenar la triangulación a EEUU y reducir fricciones hacia la revisión del T-MEC en 2026.
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El Gobierno de México anunció un incremento de aranceles de hasta 50% para automóviles importados desde China y otros países sin TLC con México , como parte de un ajuste más amplio a casi 1,500 fracciones arancelarias. La medida, aún sujeta a aprobación legislativa, busca frenar importaciones a precios por debajo de referencia, proteger empleo y, en términos geopolíticos, cerrar la puerta del “backdoor” hacia el mercado estadounidense en plena antesala de la revisión del T-MEC. 

La jugada tiene una lectura táctica, reducir fricciones con Washington y bloquear la posible triangulación de vehículos chinos usando a México como “atajo” al mercado estadounidense. Analistas lo dicen directamente: “EE. UU. no va a permitir que China use a México como backdoor”. Además, el T-MEC entra a revisión el próximo año, un contexto que eleva los incentivos para mostrar alineamiento regulatorio y de política industrial.

Washington elevó en 2024 los aranceles a EVs chinos al 100% bajo la Sección 301 y endureció tarifas a baterías, acero/aluminio y más. En paralelo, funcionarios, sindicatos y analistas en EE. UU. advirtieron que China podría usar México para ensamblar o triangular vehículos/partes y entrar al mercado estadounidense sorteando las tarifas de origen chino. Por eso, EE. UU. ha presionado para que México no ofrezca incentivos a armadoras chinas y “blinde” el corredor norteamericano.

T-MEC en el centro. Por qué México “cierra el backdoor” a autos chinos.

El T-MEC exige una revisión conjunta a los 6 años de su entrada en vigor (1 de julio de 2020), es decir, en 2026. En esa revisión, los tres países evalúan ajustes y confirman si extienden el acuerdo por otros 16 años; si no hay confirmación, el tratado entra a un camino de expiración hacia 2036. Esto convierte a 2025-2026 en un periodo políticamente sensible, donde reducir fricciones con Washington y Ottawa es clave para México.

Con la revisión del T-MEC programada para 2026, México se mueve para reducir tensiones con su principal socio y blindar la integración regional. Elevar el arancel a autos chinos a 50% no solo persigue frenar la subvaluación y proteger empleo; también desactiva el incentivo de usar a México como “backdoor” hacia el mercado estadounidense en un momento en que Washington endureció sus tarifas a los EVs y vigila la expansión de fabricantes chinos en la región. Para México, el mensaje es doble: no hay atajos y sí hay compromiso de cara a la revisión de 2026.

Por su parte, China ya expresó su rechazo a restricciones “injustificadas” y advirtió que protegerá sus intereses; México, por su lado, ha abierto canales de diálogo.

El Gobierno de Claudia Sheinbaum afirma que no busca un conflicto ni actúa por presión externa, sino para fortalecer la producción nacional y atajar prácticas de backdoor detectadas en importaciones.

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